La industria cultural rechaza el doblaje hecho con IA
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Por Eduardo Portas Ruiz // Profesor investigador del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA) de la Universidad Anáhuac México
En X: @EduPortas

A menos que sigan las noticias del mundo del anime de manera obsesiva, la nota pasó desapercibida para la enorme mayoría de las personas que trabajan en el sector tecnológico.
Hace unos días Amazon anunció que daría de baja de su plataforma Prime la versión doblada al inglés con Inteligencia Artificial de la popular serie animada Banana Fish.
Para aquellos que no sepan, Banana Fish es un manga escrito por Akimi Yoshida de 19 volúmenes publicado originalmente de 1985 a 1994.
Fue hasta 2018 cuando se transmitió el anime y no fue sino hasta el 30 de noviembre de 2025 que Amazon Prime Video integró el doblaje hecho con IA, el cual fue criticado severamente en las redes sociales. Tres días después, el gigante había dado de baja la versión doblada con IA.
El hecho marcó un hito para la industria cultural. Tan solo en 2024, el mundo de anime produjo ingresos por 25 mil millones de dólares, de acuerdo con Asociación de Animación Japonesa, siendo que más de la mitad de esos ingresos provinieron de mercados externos a Japón.

El tema de la inclusión de las IAs en el mundo de la industria cultural ha sido sumamente polémico. La huelga de los guionistas de Hollywood que duró casi cinco meses en 2023 abordó este problema creativo.
¿Hasta dónde debe participar la IA en el proceso de producción de un producto cultural como una película?
Los artistas de este gremio han sido cautelosos al extremo. En general, rechazan cualquier uso de IA en sus obras. Dentro de ese grupo se encuentran los artistas de doblaje.
En México, las personas que se dedican a esta actividad también han levantado la voz. Apenas en julio pasado protestaron por la absoluta falta de regulación al respecto de este tema. Su solicitud replica la de otras latitudes: permiso expreso para que las plataformas de IA puedan clonar sus voces, así como pago de regalías y retribuciones cuando sean clonadas y usadas.
Las aplicaciones de clonación de voz por IA son muy fácil de usar. Al diferencia de las que se dedican a video, requieren mucho menos procesamiento algorítmico para brindar resultados creíbles. Existen las de uso profesional, pero aún estas ofrecen interfases tan intuitivas que cualquier persona podría comenzar a usarlas y obtener resultados pasables en una tarde.
En ese listado más genéricamente llamado “text-to-speech” se pueden mencionar a Eleven Labs, Murf AI, PlayHT, Speechify, NaturalReader, Lovo, Resemble AI, VoxBox, Artlist, y un largo etcétera.
Es muy probable que la voz artificial de estos servicios haya pasado completamente desapercibida para millones de personas. No solo son realistas, sino que también imprimen emocionalidad y cadencia a su oratoria. A este lista especializada debe agregarse el avance que tienen en este tema los gigantes de OpenAI, Google, Microsoft, Deepseek, y otros.
El avance de estas voces es significativo.
Si bien no existe un indicador que mida en dónde y cómo están siendo usadas, las voces cloradas por IA son cada vez más comunes en anuncios, videos subidos a YouTube y productos radiales, ya no se diga los videos cortos de las redes que las utilizan con alta frecuencia.
Tal vez por eso sorprendió la noticia de Banana Fish. Es cada vez más raro que alguien descubra el uso de voces generadas por IA. La película El Brutalista, apenas hace un año, clonó la voz del actor Adrien Brody para hacer que su acento húngaro fuese más natural. Solo después, cuando la película comenzó a ser postulada para los Óscares, se generó una polémica con respecto a la pureza de su actuación. Prácticamente nadie notó su voz semi-artificial en las salas de cine.
El caso del anime es distinto. Si existe un grupo que se desvive por lo que consume es el de los fanáticos del ánime. Notaron la intentona de Amazon y lo denunciaron inmediatamente.
Por ahora, el ser humano ganó la batalla a la IA y los artistas pueden respirar tranquilos. Nada garantiza, sin embargo, que esa situación se repita en el futuro.
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