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Cuando la reputación dura lo que dura un vídeo viral

  • hace 3 días
  • 2 Min. de lectura


Dr. Vinicius Covas

Imagina esto: despiertas un lunes y descubres que el CEO de tu empresa está “diciendo” barbaridades en un video que jamás grabó. Los medios lo replican, los usuarios lo comentan, los influencers lo ridiculizan. En menos de 3 horas, la acción de tu marca cae, losclientes dudan y tu equipo de relaciones públicas apenas comienza a entender qué pasó.


¿La causa? Un deepfake que alguien, en alguna parte del mundo, creó y subió. ¿La consecuencia? Una crisis de reputación amplificada por la velocidad del algoritmo y la falta de contexto.


Bienvenidos al nuevo campo de batalla de las Relaciones Públicas.


La reputación de hoy es mucho más volátil.

En el pasado, las RR.PP. eran sinónimo de comunicados, notas de prensa y gestión de entrevistas. Hoy, son (o deberían ser) el escudo narrativo de toda organización. Porque ya no se trata solo de “decir lo correcto”, sino de responder en tiempo real, con verdad y velocidad, en un ecosistema donde los creadores de contenido tienen más poder que muchos medios tradicionales.


Instagram, LinkedIn, X, TikTok y YouTube se han convertido en el verdadero termómetro reputacional. Ahí no se comunica: se conversa, se reacciona, se viraliza. Y cuando la audiencia habla, no espera 48 horas para una respuesta institucional. Espera autenticidad inmediata.


La inteligencia artificial es hoy aliada y amenaza. Gracias a ella, podemos monitorear miles de menciones, identificar emociones, anticipar crisis y personalizar mensajes con una eficiencia nunca antes vista. Pero también es la misma tecnología que crea videos falsos, manipula audios y distorsiona realidades.


Por eso, el rol del profesional de relaciones públicas se transforma. Ahora tiene que entender de algoritmos, tener criterio ético, y contar con reflejos digitales que antes no eran necesarios. No basta con saber redactar un comunicado. Hay que detectar una crisis antes de que explote, activar protocolos en segundos y hablar en el lenguaje de cada canal.


Lo que está en juego ya no es solo la imagen de una marca, sino su legitimidad emocional ante la sociedad. En tiempos de sobreinformación, las personas no confían en lo que ven, sino en lo que sienten. Y ese sentir se construye con narrativas honestas, con voceros humanos, con una comunicación que refleje valores y no solo mensajes.


Hoy, lo que protege a una marca no es un muro de silencio, sino una red de confianza que se teje cada día con microacciones. Las Relaciones Públicas TIENE que ser el sistema inmunológico de la organización. Prevenir, detectar, actuar y regenerar. En este mundo de hoy, las relaciones públicas se convierten en guardianas de lo auténtico.


Dr. Vinicius Covas.

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