Las Relaciones Públicas y el Newsmaking en el 2025
- 22 may
- 3 Min. de lectura

Por Eduardo Portas
@EduPortas
El autor es director de HitPoint.mx, portal especializado en investigación de temas juveniles en México
En el entorno digital moderno las relaciones públicas se han vuelto permanentes, circulares, y han dejado de ocultar su intención para posicionarse en la mente de un público.
A diferencia del pasado, en donde la red no existía o podía distanciarse del ciudadano de manera clara, la tecnología presente permite que la conexión con la organización nunca se interrumpa.
De ahí que la correcta gestión de las relaciones púbicas se haya vuelto, sin exagerar, en el objetivo más importante de la comunicación organizacional de cualquier institución moderna.
Y no solo las instituciones, las personas que viven gracias a las redes sociales también utilizan sus capacidades de gestión para lograr sus objetivos.
Este punto no sería relevante si no fuese por la realidad que nos avisa todos los días que los mexicanos están pasando más tiempo en las redes sociales que nunca (unas 3 horas en promedio) y que estas personas median su realidad a través de un feed sesgado por un algoritmo que, en el mejor de los casos, es un caja negra, y en el peor, un agente con un programa específico para dañar la cohesión social.
Puesto que las organizaciones desean permanecer en la mente de sus públicos, ya sea para vender algo o para lograr que la esfera pública se mueva a su favor mediante la persuasión (Bernays, 1945), la importancia de la gestión constante de las relaciones públicas no puede ser soslayado.
Hace unos años lo definió Túñez, uno de los teóricos de la comunicación organizacional más citados del mundo de habla hispana: “ la gestión de relaciones públicas se refiere a las acciones controladas (planificadas) por los gestores de comunicación de la organización y a las acciones incontroladas (las reacciones o actuaciones de cualquiera de los públicos)” (2011, p. 116).
De ahí que el newsmaking sea la palabra clave. Sin duda lo fue antes de la era de internet, pero a partir de la explosión de las redes sociales y del uso desproporcionado que el mexicano le da a las mismas, es un arma de enorme utilidad para las organizaciones.
El anglicismo no es otra cosa sino el proceso que siguen los periodistas para la producción de noticias. A través del newsmaking construyen la realidad. Las organizaciones lo saben.
Añade de nuevo Túñez (2011), quien asegura que se debe “conocer a fondo las dinámicas y las rutinas de producción informativa de los medios de comunicación con los que se relacionan para que sus propuestas: a) encajen con las necesidades del medio, b) se ajusten a sus ciclos productivos, c) usen las convenciones periodísticas dominantes” (p. 121).
Las organizaciones que conocen este proceso informativo en un entorno digital saturado son las que dominan su propio discurso, lo que trae una larga serie de beneficios.
Al hacer y ofrecer elementos noticiosos de valía no solo se quedan en la mente de sus diferentes públicos, sino que son vistas por los medios como un creador confiable de datos.
Comprender esta realidad en donde la organización se vuelve una máquina de producción de datos relevantes encaja con el paradigma vigente en donde los medios necesitan cada vez más información para mantener la atención de audiencias cada vez más fragmentadas.
¿Tu organización ya tomó ese paso?
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