top of page

La política divide a la Gen Z

  • hace 2 días
  • 4 Min. de lectura

Por Eduardo Portas Ruiz // Profesor investigador del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA) de la Universidad Anáhuac México


Foto: Tim Reckmann // Gen-Z - Woman with headphones and jogging suit in front of graffiti // CC BY 2.0 // Ilustración: Eduardo Portas
Foto: Tim Reckmann // Gen-Z - Woman with headphones and jogging suit in front of graffiti // CC BY 2.0 // Ilustración: Eduardo Portas

La Generación Z abarca más o menos a personas nacidas entre 1997 y 2012, es decir, aquellas que ahora tienen entre 13 y 28 años.


Entre las muchas características que la diferencian de otros cohortes se encuentran el factor de conectividad, dado que todos sus nativos digitales, así como la incertidumbre que declaran frente a todo proceso existencial relevante.


Otra característica, al menos para el grupo más joven en posibilidad de votar en México: sus índices de participación en México son extremadamente bajos.


Esto vuelve al grupo de la Gen Z particularmente difícil de estudiar cuando se trata de indagar sus inclinaciones políticas. Puesto que participan poco, los sondeos dirigidos a ellos sobre este tema tienden a ser más difíciles de completar que los de otros grupos erarios.


Pero en Estados Unidos se acaban de publicar los resultados de un ejercicio sumamente interesante. La cadena NBC encuestó mediante un cuestionario digital a 2 mil 970 personas de 18 a 29 años en ese país como parte de un ejercicio mucho más grande que abarcó a 30 mil individuos.


Los resultados más notables son justamente aquellos relativos a la Gen Z y la tremenda brecha que existe entre ellos derivada de sus preferencias políticas. Aquellos que son pro-Trump en 2024 ven el mundo de manera muy distinta a los que votaron por Kamala Harris.


Y cuando decimos “ver el mundo” nos referimos justo a eso: su forma de entender lo que es el éxito.


El cuestionario del NBC News Decision Desk Poll incluyó un ítem en donde se le pidió a los encuestados seleccionar las tres opciones más importantes de entre un listado de 13 posibles como parte de su “definición personal del éxito”.


Aquellos que votaron por Harris seleccionaron tener un trabajo o carrera satisfactoria como su primera opción, seguido de tener suficiente dinero para hacerles las cosas que quieran hacer, y, en tercer lugar, para ellas, tener estabilidad emocional. Para los varones, la tercera opción fue usar los talentos propios y recursos para ayudar a otros.


En cuanto a los que votaron por Trump, la primera opción de los hombres de la Gen Z fue tener hijos, obtener independencia financiera y, en tercer lugar, alcanzar una carrera satisfactoria. Para las mujeres trumpistas la primera opción fue obtener independencia financiera, alcanzar una carrera satisfactoria, seguido de tener casa propia.


ree

Se podría argumentar que hasta aquí no hay mayor diferencia. Ambos grupos están enfocados en su carrera y salir adelante.


En donde las cosas se polarizan por completo es con el matrimonio. Aquellas mujeres que votaron por Harris colocaron esta variable como la antepenúltima de su preferencia. En cambio, contraer matrimonio fue la cuarta razón más importante de éxito personal para los varones de la Gen Z que votaron por Trump. Más drástica aún fue la diferencia entre la disposición por tener hijos. Los que votaron por Trump, como se dijo arriba, lo colocaron como la razón más importante de éxito personal. Las mujeres que sufragaron por Kamala, la pusieron en penúltimo lugar, solo por arriba de fama e influencia, la cual, de hecho, fue la última para los cuatro grupos estudiados.


Las diferencias fueron menos drásticas entre los hombres que votaron por la demócrata y las mujeres que eligieron a Trump. Aunque ligeramente, ellas pusieron ambas variables — contraer matrimonio y tener hijos — por arriba de los hombres pro-Harris.


Si bien el estudio se limita estrictamente a los Estados Unidos y la drástica efervescencia política que domina ese país desde el 2016 cuando Trump gobernó por primera vez, los resultados no deben ser ignorados en México.


En la era de las redes sociales, aquellas ideas que tendían a permanecer encapsuladas por razones geográficas ahora se trasladan en cuestión de segundos por todo el mundo. Las variables del estudio son relevantes para cualquier persona joven del mundo occidental que habite una democracia liberal. No existe ni una razón para que esta polarización no llegue a México de una forma a otra.


Algunos dirían que ya llegó, pero la escasez de estudios en nuestro país al respecto tornan difícil comparar ambas grupos de la Gen Z con un símil mexicano. Por ejemplo, ¿cómo se dividirían los grupos? ¡Hombres y mujeres que votaron o no por Morena en la última elección presidencial? La realidad de nuestro país es mucho más compleja que esa distinción binaria.


En todo caso, los vecinos del norte han dado el primer aviso. Una nación divida desde su juventud misma correo el peligro de trasladar esa discrepancia a otros ámbitos que rebasan lo puramente discursivo, como lo han revelado los hechos de violencia partisana tristemente viralizados a últimas fechas.



Los hallazgos más relevantes del sondeo de NBC se encuentra aquí:

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page