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El uso oculto de las tecnologías de información y comunicación en la participación ciudadana del parlamento abierto

  • 9 mar
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 18 mar





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Por: José Alberto Rodríguez Robledo, Universidad Autónoma Metropolitana

Julio César Contreras Manrique, El Colegio de San Luis


Las democracias latinoamericanas enfrentan un fenómeno inquietante: la erosión de la confianza en sus instituciones. Según el informe de Latinobarómetro (2023), apenas el 48% de los ciudadanos en la región aún cree en la democracia como sistema viable. Este declive no es fortuito ni repentino, sino el resultado de una compleja trama en la que los mecanismos tradicionales de representación han perdido legitimidad y eficacia.


En este contexto, el concepto de parlamento abierto surge como una promesa de renovación. Se trata de un modelo que, a través de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), pretende estrechar la relación entre legisladores y ciudadanos, facilitando la participación en la toma de decisiones políticas. Sin embargo, nuestra investigación nos advierte sobre una paradoja inquietante: las TIC, lejos de potenciar la voz ciudadana, están siendo utilizadas como un instrumento de inhibición y control.


¿Democracia digital o simulacro participativo?

Desde la perspectiva teórica del gobierno abierto, el parlamento abierto es una extensión natural de los principios de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana. En el papel, las plataformas digitales permiten a los ciudadanos no solo informarse sobre el trabajo legislativo, sino también incidir activamente en él. Sin embargo, en la práctica, el uso de estas herramientas ha demostrado ser selectivo y discrecional.


El caso de las audiencias públicas sobre la Guardia Nacional en la Cámara de Diputados de México es un ejemplo elocuente. En estas audiencias se privilegió la voz de élites políticas e intelectuales, mientras que las víctimas directas de la violencia, quienes tendrían un testimonio crucial que aportar, fueron excluidas. Este patrón no es casual. La mediación digital, en lugar de amplificar las voces disidentes, ha servido para filtrarlas, estructurando un espacio de deliberación altamente curado y controlado.


Las TIC como filtro, no como puente

Uno de los hallazgos más reveladores de este estudio es la manera en que las TIC están configuradas para generar una falsa sensación de acceso. En apariencia, cualquier ciudadano puede participar en foros y consultas públicas digitales; en la práctica, los mecanismos de selección de preguntas, la moderación de comentarios y el diseño mismo de las plataformas digitales limitan el impacto real de la opinión ciudadana.


Esto no es una cuestión meramente técnica, sino una estrategia deliberada que responde a los intereses del poder. Como señala el sociólogo Pierre Bourdieu, las estructuras simbólicas de poder no solo se imponen a través de la fuerza, sino también mediante la capacidad de definir lo que es visible y lo que permanece oculto en el espacio público. Las TIC, al estar controladas por los mismos organismos que deberían ser fiscalizados, se convierten en una herramienta de opacidad disfrazada de transparencia.


¿Es posible recuperar las TIC como herramienta democrática?

La respuesta a esta pregunta no es sencilla. Existen casos en los que el uso de tecnologías digitales ha fortalecido la participación ciudadana y la rendición de cuentas, pero estos son excepciones más que la norma. Para que el parlamento abierto cumpla su promesa original, es necesario repensar el diseño de estas plataformas desde una perspectiva de verdadera inclusión.


Esto implica, por un lado, garantizar mecanismos de participación más equitativos y, por otro, establecer órganos ciudadanos independientes que supervisen el uso de las TIC en procesos legislativos. Sin estos cambios estructurales, el parlamento abierto seguirá siendo un simulacro: un espectáculo digital donde la democracia se exhibe, pero no se ejerce.


Si te interesa profundizar en esta investigación y conocer más detalles sobre el uso de las TIC en el parlamento abierto en México, te invitamos a leer el artículo completo en la revista Sintaxis:

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