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Noroña y su exitoso canal de YouTube

  • 1 sept
  • 3 Min. de lectura

Dr. Eduardo Portas Ruiz // Profesor Investigador del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA) de la Facultad de Comunicación de la Universidad Anáhuac México


Hace unos días la opinión pública se enteró de diversas cifras y estimaciones monetarias que el senador Gerardo Fernández Noroña ha obtenido de YouTube gracias a los llamados superchats, los cuales permiten enviar transferencias a una persona que realiza un Livestream en esa plataforma.


En YouTube, el máximo semanal posible que un usuario le puede enviar a un creador que hace un Livestream es de 2 mil dólares. Independientemente de la cantidad, la plataforma se queda con el 30% de la transacción.


Sean certeras o no las notas estimativas aparecidas en los medios, la realidad es que Noroña ha tenido un canal de YouTube sumamente exitoso. Veamos los datos obtenidos de la plataforma de análisis SocialBlade.


Noroña abrió su canal de YouTube el 7 de marzo del 2013. Durante ese lapso ha subido, cuando menos, y a la fecha de este texto, 3 mil 603 videos los cuales han acumulado más de 168 millones de visitas. Cuenta con más de 843 mil seguidores, lo que lo convierten de entrada en uno de los políticos más seguidos de México (el benchmark en esta categoría lo define López Obrador con sus 4.52 millones de seguidores).


La producción del senador es notable. Tomando como referencia las cifras mencionadas arriba, en promedio, publica 28 videos al mes, es decir, casi uno diario.

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Si bien la mayoría de los videos subidos de manera asíncrona son propagandísticos, su área de mayor fortaleza son las transmisiones en vivo. Aquí el senador tiene una larga tradición como polemista, ya sea desde la oposición o en el poder.


Lo-suyo-lo-suyo-lo-suyo son las afirmaciones explosivas que se pueden realizar durante un Livestream, y justo ahí en donde se pueden hacer donaciones con mayor facilidad en YouTube. En ese terreno, la plataforma es excepcionalmente útil, pues gratifica el movimiento de las emociones al grado de hacerlas una dictadura, como diría Byung-Chul Han en su obra Psicopolítica (2014).


Las plataformas digitales, en particular las redes sociales, se han especializado en mover sentimientos. Todas las decisiones que se toman cuando se revisa la interfase de éstas funciona para potenciar el movimiento interno de la persona. Pero tal vez ninguna sea tan buena como YouTube por la posibilidad de extender los estados de ánimo de las masas durante horas, si así lo desea un creador de contenido.


De nuevo, el senador es particularmente hábil en este renglón. En promedio, sus livestreams duran entre 40 minutos y una hora, aunque se extiende con regularidad. El más exitoso en cuestión de número de visitas data del 6 de septiembre del 2023, cuando sumó 493 mil visitas. ¿El tema? Los resultados de la cuestionable elección interna morenista que lo colocó en tercer lugar de las preferencias para la candidatura presidencial, la cual a la postre ganó Claudia Sheinbaum.


A lo largo de ese stream (“No hubo sorpresa. 6 de septiembre del 2023 - Noroña”), el ahora senador recibe cientos (¿miles?) de mensajes de sus fans y detractores a lo largo de un relato personalísimo de 43 minutos. En el mismo, distintos fans condimentan la transmisión con donaciones que, siguiendo la etiqueta de internet, el ahora senador trata de leer en tiempo real (en esta ocasión fueron bastantes y pidió ayudar durante la emisión para administrar mejor esa tarea).


Otras transmisiones en vivo siguen patrones similares. Tan solo en los últimos siete días sumó 397 mil visitas en sus livestreams.


El caso Noroña nos recuerda que el contenido es lo de menos, como lo evidenció la escuela de la Ecología de Medios. Aquí lo que importa es la posibilidad de entrar en contacto con cientos de miles de mexicanos de manera frecuente para sentir que se está en contacto con ellos. La cercanía, al menos aparente, es facultativa de los livestreams y los creadores de contenido como Noroña lo han aprovechado al máximo. En fandoms se rompen gustos.


X: @EduPortas

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