Lic. Elliot Ernesto Lara Villena
- 18 jun
- 3 Min. de lectura

(Licenciatura en Dirección de Empresas de Entretenimiento, Generación 2015)
AT & T
Director de Comunicación Interna
“En un abrir y cerrar de ojos, se cumplieron 10 años desde que terminé mi ciclo en la Universidad. Aunque nunca estamos realmente listos para entrar al mundo profesional, lo importante es tener muy claro quiénes somos para, sobre la marcha, encontrar el lugar al que pertenecemos.
Mi paso por la Anáhuac fue una etapa crucial en la que descubrí lo que me apasiona, donde me acompañaron grandes mentores y conocí entrañables amigos que, por supuesto conservo hoy en día. Pero además me preparó para adaptarme a circunstancias complicadas, a luchar por lo que quiero y a relacionarme con todo tipo de personas y perspectivas.
Estudiar en una licenciatura casi nueva en ese momento como Dirección de Empresas de Entretenimiento fue toda una aventura: significó abrir camino, tocar muchas puertas y demostrar que teníamos la capacidad de aportar en un mercado competitivo como el de la organización de eventos. Si bien la universidad no te prepara al 100 % para el mundo laboral, sí te da las bases necesarias para hacer un buen papel y, sobre todo, para enfrentar los retos que vienen después.
En mi último semestre, tuve la oportunidad de comenzar como becario en AT&T, un paso decisivo para mi carrera. Trabajar mientras estudiaba me permitió poner en práctica lo aprendido y entender cómo funciona una gran empresa desde adentro. Al terminar la universidad, di el salto a una posición de tiempo completo con muchas ganas de aprender y crecer. Lo que comenzó como un primer empleo se ha convertido en una trayectoria de más de 10 años, llena de retos, aprendizajes y satisfacciones que aún sigo disfrutando.
Mi camino en AT&T inició organizando eventos, una actividad que me apasiona y en la que pude aplicar directamente mis conocimientos de la universidad. Pero con el tiempo, y gracias a la oportunidad de involucrarme en diferentes áreas, fui aprendiendo mucho más sobre la atención al cliente, la conectividad, la cultura empresarial y la gestión de equipos. De hecho, resulta bien interesante como pertenecer en algún momento a la Facultad de Comunicación fue fundamental para mi labor actual, parte de crecer profesionalmente es entender que si quieres aportar más tienes que estar abierto a aprender sobre múltiples temas y adaptarte constantemente. Sé que suena a cliché, pero salir de tu zona de confort es indispensable para descubrir tu potencial.
Actualmente, tengo el honor de dirigir un equipo de Comunicación Interna que acompaña a todas las unidades de negocio y cuenta las historias de más de 13 mil colaboradores, quienes día a día hacen posible que millones de personas estén conectadas a más posibilidades.
En esta posición, la comunicación y la innovación son esenciales para el éxito y la evolución de la organización. La inteligencia artificial (IA) es una de las herramientas más transformadoras a nuestro alcance hoy en día. No se trata solo de automatizar tareas repetitivas para ganar eficiencia, sino de abrir nuevas posibilidades para innovar, generar ideas frescas y ofrecer soluciones más ágiles y acertadas.
La adopción exitosa de la IA depende en gran medida del papel fundamental que juega la comunicación interna. Comunicar de manera clara, transparente y cercana permite que los colaboradores entiendan no solo qué es la IA, sino cómo puede ser una aliada para potenciar su trabajo y desarrollo profesional. La comunicación es el puente que conecta la tecnología con las personas, facilitando la aceptación, el uso adecuado de estas herramientas y mitigando temores o resistencias al cambio.
Además, una comunicación estratégica fomenta una cultura organizacional abierta a la innovación, donde equivocarse rápido y aprender es parte natural del proceso. Por eso, no creo que la llegada de la IA signifique pérdida de empleos, sino una oportunidad para que las personas se enfoquen en tareas de mayor valor, creatividad y liderazgo. La comunicación interna es el motor que hace posible esta transición, asegurando que cada colaborador se sienta parte activa de la transformación, motivado y preparado para reinventarse continuamente en un entorno dinámico y retador.
Estoy muy agradecido con la Anáhuac, con mis maestros y compañeros que fueron parte fundamental de este camino, así como con todos los líderes y colegas que han dejado una huella en estos 10 años de recorrido.
Para mí, la frase que mejor resume esta experiencia es: “La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede”. Hoy, más que nunca, tengo muchas ganas de seguir aprendiendo y construyendo en el campo de la comunicación organizacional, convencido de que lo mejor aún está por venir”.




Comentarios