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El vino en México: De la tradición a la estrategia digital

  • 20 feb
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 9 mar


Un sorbo de oportunidad en cada copa

El vino es más que una bebida; es una narrativa embotellada, una historia que transcurre entre viñedos, barricas y mesas de conversación. En México, su consumo ha sido tradicionalmente limitado, pero los cambios socioculturales y las nuevas estrategias de comunicación han abierto una puerta a su democratización. Como en cualquier mercado en crecimiento, la clave para el éxito en el mundo del vino no solo reside en la calidad del producto, sino en la manera en que se comunica y se integra en la cultura de consumo contemporánea.


Entre la artesanía y la mercadotecnia: El renacer del vino mexicano

México es un país cervecero por excelencia. Con un consumo per cápita que ronda los 60 litros anuales, la cerveza ha sido históricamente la protagonista del mercado de bebidas alcohólicas. En contraste, el vino apenas rebasa los 960 mililitros por persona al año, una cifra minúscula comparada con los 52 litros per cápita de países como Italia. No obstante, el panorama está cambiando. La proyección a mediano plazo sugiere que el consumo de vino en México podría alcanzar los ocho millones de consumidores regulares, lo que representa un nicho sumamente atractivo para los emprendedores.


Los viñedos han proliferado, las experiencias enoturísticas han ganado protagonismo y las nuevas generaciones están encontrando en el vino un vehículo de identidad y sofisticación. Sin embargo, la barrera cultural persiste: el vino aún es percibido como un producto elitista, reservado para ciertas ocasiones o públicos con un alto nivel de conocimiento. Aquí es donde la mercadotecnia y la comunicación estratégica juegan un papel crucial.


Del terroir a la mesa digital: 10 estrategias para emprender en el vino

José Luis Umaña, experto en mercadotecnia y sommelier, ha esbozado diez estrategias esenciales para los nuevos emprendedores del sector vitivinícola. Estos principios no solo se centran en la producción, sino en la forma en que el vino se presenta y posiciona en la mente del consumidor.


  1. Reconocer que somos nuevo mundo: México pertenece al "Nuevo Mundo" del vino, lo que permite mayor flexibilidad en los ensamblajes, denominaciones y técnicas de producción. Esta ventaja debe comunicarse con claridad para diferenciar la oferta mexicana de la tradición europea.

  2. Contar una historia auténtica: El consumidor actual no solo busca calidad, sino conexión. Cada botella debe tener una narrativa que la haga única, ya sea sobre su origen, su proceso de elaboración o el impacto social de su producción.

  3. Reducir la arrogancia: La percepción de exclusividad ha alejado a muchos consumidores potenciales. La educación y la accesibilidad deben ser pilares en la estrategia de marketing para desmitificar el vino.

  4. Construir comunidad: La unión de productores y distribuidores en asociaciones y plataformas colaborativas puede fortalecer la industria. Modelos como el de Sudáfrica, que lograron multiplicar exponencialmente sus exportaciones a través de cooperativas, son ejemplos a seguir.

  5. Educar al consumidor: El conocimiento genera confianza. Capacitar a los vendedores, sommeliers y meseros es crucial para que puedan transmitir la propuesta de valor de un vino de manera efectiva.

  6. Crear vinos con causa: Los consumidores actuales buscan marcas con propósito. Proyectos que apoyan la sustentabilidad, el comercio justo o causas sociales generan mayor lealtad y diferenciación.

  7. Aproximar el vino al consumidor: Las experiencias enoturísticas, las degustaciones y los eventos son herramientas efectivas para fomentar el consumo habitual y romper con la percepción de que el vino es solo para ocasiones especiales.

  8. Premiar la lealtad: Los clubes de vino, programas de suscripción y estrategias de gamificación pueden incentivar la repetición de compra y la fidelización del cliente.

  9. Explotar el fandom del vino: El vino puede generar seguidores apasionados. Crear contenido educativo, organizar eventos y establecer comunidades en redes sociales puede fortalecer el engagement con la marca.

  10. Aprovechar la digitalización: El e-commerce y la educación digital han transformado el mercado del vino. Las catas virtuales, la venta online y la generación de contenido en redes sociales son fundamentales para el crecimiento del sector.


Más allá del marketing: Construir una cultura del vino

La mercadotecnia en el mundo del vino no puede limitarse a la promoción de un producto; debe ser una estrategia integral que ayude a construir una cultura de consumo sostenible. Esto implica desde la educación del cliente hasta la creación de experiencias que trasciendan el acto de compra y se conviertan en hábitos de consumo. La industria vitivinícola en México tiene un reto por delante: consolidarse en un mercado altamente competitivo y al mismo tiempo, fomentar una identidad propia que resuene tanto a nivel local como internacional.


Si algo ha demostrado la evolución del mercado del vino es que la tradición y la innovación pueden convivir. En cada copa hay una historia que espera ser contada, y el verdadero reto del marketing del vino en México es encontrar las palabras adecuadas para hacerlo.

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