Una nueva generación de Junk-Fluencers: expertos a modo en TikTok
- 3 sept
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Actualizado: 12 sept

Por: Dr. Ricardo Ignacio Prado-Hurtado // Coordinador Investigador del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada, CICA
En el ecosistema digital contemporáneo, la figura del junk-fluencer ha dejado de limitarse a los pares adolescentes que promocionan refrescos, botanas o cereales azucarados con bailes y canciones en TikTok. Una nueva y más peligrosa categoría ha emergido: los junk-fluencers “expertos” (Caulfield, et al., 2019), personajes que se presentan como nutriólogos, coaches de alimentación, médicos o divulgadores científicos, con o sin acreditaciones reales, y que han sido incorporados a la maquinaria del influencermarketing de las grandes corporaciones de Alimentos Ultra Procesados (AUP) (Sadeghirad et al., 2016).
Estos perfiles construyen credibilidad a partir de la estética de autoridad, bata blanca, terminología pseudocientífica, citas descontextualizadas, y difunden noticias falsas, verdades a medias o narrativas corporativas disfrazadas de ciencia (Montgomery, et al., 2019). En realidad, funcionan como extensiones de la publicidad pagada: sus mensajes forman parte de estrategias cuidadosamente orquestadas por agencias de marketing digital que aprovechan la simpatía y el carisma de los influencers para insertar mensajes “científicos” en las pantallas de millones de usuarios.
Mientras las organizaciones civiles y ONG de defensa del consumidor trabajan con presupuestos limitados (OPS, 2021; Monteiro, et al., 2019) y datos científicos verificables, las empresas de AUP destinan recursos multimillonarios a campañas de desinformación digital. No pueden hacerlo abiertamente desde sus cuentas oficiales, las regulaciones lo impedirían, pero sí a través de estos junk-fluencers disfrazados de expertos, quienes por sumas irrisorias reproducen mensajes que erosionan el trabajo de años en contramarketing y alfabetización alimentaria.
El problema es particularmente grave en TikTok, donde adolescentes y jóvenes son el público mayoritario (Harris et al., 2019). Los comentarios a los videos de estos junk-fluencers reflejan una preocupante trivialización del problema: “de algo me he de morir”, “las ONG son exageradas” o “nadie debe limitar mi decisión”. Lo que no aparece en esa narrativa es la dimensión colectiva: el consumo de AUP no solo daña la salud individual y familiar, sino que también impacta en la economía nacional, ya que las corporaciones no pagan impuestos proporcionales al daño que generan, y los costos de obesidad, diabetes y enfermedades relacionadas recaen en los sistemas públicos de salud, es decir, en los contribuyentes.
Aunque el terreno digital pueda parecer una guerra de opiniones, los datos científicos son claros (OMS, 2022; OPS, 2021). La OMS, la OPS, las ONG protectoras de consumidor y múltiples estudios académicos han señalado a los AUP como responsables centrales de la “globesidad” que afecta a uno de cada tres niños en América. Frente a esto, los junk-fluencers científicos venden credibilidad efímera, pero peligrosa, que debilita los esfuerzos de regulación, prevención y educación alimentaria.
Los nuevos junk-fluencers no son una simple moda digital, representan una estrategia corporativa sofisticada de desinformación científica (Citton, 2017) y de neutralización de las voces críticas de las ONG. Identificarlos, desenmascararlos y contrarrestar sus narrativas con evidencia científica y campañas de comunicación innovadoras es una tarea urgente.
Referencias:
Monteiro, C. A., Cannon, G., Lawrence, M., Costa Louzada, M. L., & Machado, P. P. (2019). Ultra-processed foods, diet quality, and health using the NOVA classification system. FAO. https://www.fao.org/3/ca5644en/ca5644en.pdf
Organización Mundial de la Salud (OMS). (2022). Obesity and overweight. World Health Organization. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight
Organización Panamericana de la Salud (OPS). (2021). Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: tendencias, efecto sobre la obesidad e implicaciones para las políticas públicas. OPS. https://iris.paho.org/handle/10665.2/53543
Harris, J. L., Frazier, W., Romo-Palafox, M. J., Hyary, M., & Fleming-Milici, F. (2019). Junk food advertising to children online: Promoting unhealthy foods and beverages on YouTube. Pediatric Obesity, 14(10), e12508. https://doi.org/10.1111/ijpo.12508
Montgomery, K. C., Chester, J., Grier, S. A., & Dorfman, L. (2019). The new threat of digital marketing. Pediatric Clinics of North America, 66(6), 1171–1185. https://doi.org/10.1016/j.pcl.2019.08.011
Citton, Y. (2017). The ecology of attention. Polity Press.
Caulfield, T., Marcon, A. R., & Murdoch, B. (2019). Pseudo-science and COVID-19: An epidemic of misinformation. The Lancet, 395(10225), 1765–1766. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30757-6
Sadeghirad, B., Duhaney, T., Motaghipisheh, S., Campbell, N. R. C., & Johnston, B. C. (2016). Influence of unhealthy food and beverage marketing on children’s dietary intake and preference: A systematic review and meta-analysis of randomized trials. Obesity Reviews, 17(10), 945–959. https://doi.org/10.1111/obr.12445


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